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Karen Blixen creó sus imágenes no solo con palabras, sino también con dibujos y pinturas. Su letra es, en sí misma, un movimiento bellamente representado a través de la página, como si la forma misma de la escritura tuviera una historia propia. Cuando era niña, a menudo mezclaba sus ejercicios de escritura con sus bocetos, una forma de expresión inextricablemente ligada a la otra.



Como autora, Karen Blixen estaba muy en deuda con el arte de la pintura: "Siempre me habría resultado difícil ver cómo se ve realmente un paisaje si no hubiera aprendido la clave para hacerlo de los grandes pintores".



Todo comenzó con la pura alegría de leer y se materializó cuando, a los diecisiete años, ingresó en la escuela de arte dirigida por las señoritas Sode y Meldahl en Copenhague. Aprender el bello arte del dibujo en perspectiva fue una revelación para ella. La disciplina y las reglas de la ley involucradas en el dibujo constructivo sirvieron de base para su trabajo como autora.



Blixen recibió su primera formación real en dibujo de Charlotte Sode y Julie Meldahl en su escuela de arte en Bredgade, en 1902-03, donde se preparó para continuar sus estudios en la Academia de Bellas Artes y en 1910, Karen, de veinticinco años. Dinesen asistió a una escuela de arte en París.



RETRATOS AFRICANOS

Las cartas de Karen Blixen desde África hablan sólo ocasionalmente de actividades artísticas. El resultado, sin embargo, consiste en unos brillantes retratos de los ayudantes nativos en su finca, evidencia de un talento considerable y una visión especial de la personalidad de sus modelos.



Después de que se vendiera la granja en África en 1931, regresó a Dinamarca. A partir de entonces, las imágenes aparecieron no en papel o lienzo, sino en palabras. Una forma parecía reemplazar a la otra. Al mismo tiempo, todas sus ideas pictóricas se integraron en la imagen escrita.



HORARIO DE APERTURA



1 DE MAYO - 30 DE SEPTIEMBRE

10.00-17.00 de martes a domingo.

Lunes cerrado.

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